Montaldo Torinese cuenta con aproximadamente 750 habitantes y está a 24 km de Turín.
La memoria más antigua de Montaldo se remonta a 1159, cuando Federico Barbarroja otorgó la localidad al Obispo de Turín. En 1394, el líder mercenario Facino Cane se apoderó del pueblo después de saqueos. Posteriormente, se sometió a la autoridad de varios señores feudales.
Lugares de interés:
El Castillo, fundado presumiblemente entre 1011 y 1038 por Landolfo, Obispo de Turín, se completó alrededor de 1080 por sus sucesores. Su estructura medieval consistía en dos alas en forma de «L», a las que se añadieron las primeras murallas defensivas y las torres. En los siglos XVI y XVII, se construyó el ala hacia el sur y comenzó la transformación de las fachadas. Desde 1861 hasta 1987, el castillo albergó a los Padres Barnabitas del Real Colegio Carlo Alberto de Moncalieri, y actualmente es un hotel con un centro de bienestar.
La iglesia parroquial del siglo XVIII dedicada a los Santi Vittore y Corona completa y embellece el centro histórico del pueblo.
La Capilla del Cementerio es la iglesia más antigua de la zona y el núcleo original de Montaldo. Fue construida junto al actual cementerio y reconstruida en 1741. Destaca su planta: una parte cuadrada para los fieles y una parte circular, que incluye el ábside, para el sacerdote celebrante.
El Pozo de Napoleón. La historia cuenta que este pozo, que nunca se secaba, incluso en épocas de sequía, se remonta a junio de 1800, cuando las tropas de Napoleón acamparon aquí antes de la batalla de Marengo. Algunos soldados, afectados por neumonía, se curaron después de beber su agua, que también se utilizó por sus propiedades diuréticas. Este sitio está incluido en un proyecto de ruta ciclística y peatonal que se construirá próximamente: el Camino Napoleónico.
El roble de Barbarossa. En Bric Andio, justo encima del cementerio actual y en la frontera con Andezeno, hay un gran roble plantado en 1800 como referencia para los viajeros que se dirigían a Montaldo. En este lugar, en 1158, tuvo lugar una batalla en la que participó Federico Barbarroja (Waiblingen, alrededor de 1122 – Saleph, 10 de junio de 1190), Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y Rey de Italia. La leyenda cuenta que un tesoro todavía debería estar oculto en la colina, cerca del roble, guardado en un recipiente de barro que contiene monedas de oro.